lunes, 28 de marzo de 2011

FEEL GOOD

 Temblaba, sí, muchísimo. No es que hiciese frío, o sí, pero no era por eso por lo que su cuerpo no podía estar quieto. Un escalofrío la recorría de pies a cabeza, mientras el vello rubio de su morena piel se erizaba. Temblaba porque, por muy tonto que parezca, temía que esa luz intermitente del móvil comenzase a brillar. Pero así ocurrió. En medio de la oscuridad de su habitación, cuando ya estaba a punto de cerrar los ojos, parpadeó una luz. Saltó de la cama. Era un sms, suyo, de él. Al acabar de leerlo, esos temblores no estaban, habían cesado, y en su lugar se dibujaba una preciosa sonrisa en su rostro, quizás la sonrisa más feliz en muchísimo tiempo. En esos momentos olvidó todo motivo por el que tener miedo, frío. Y se sintió completamente feliz y llena de vida y emoción, algo que hacia mucho tiempo que no ocurría.
E'

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